"No sé si ser fiel guarda acaso sentido,
si no hay quien consigo consiga ser fiel.
Detrás de la piel es difícil mirar,
jamás tuve un as escondido en la manga,
mi suerte se enfanga ante un pobre reparto.
No obstante comparto lo poco que tenga,
no espero a que vengas a darme algo a cambio.
Sé bien que no es sabio guardar mi memoria
si tengo una historia que pueda contar.
Supongo mi amor que ya sabes,
que en último término estamos vacíos,
inermes y solos, esclavos del frío del agua,
del rio de nuestros recuerdos.
Y entiendo mi amor que imaginas
que nuestros recuerdos también marcharán,
que nuestra experiencia es igual que la espuma,
que engendra y destruye la fuerza del mar.
De pronto me acuerdo de tu ingenuo rostro
y las noches perdidas en llantos infames.
No hay duda que aclame actualmente mi voz.
No hay dolor en el pecho, ni miedo en los ojos,
se pierde aquel rojo verano en el tiempo,
se va junto al viento al igual que las fotos,
mis anhelos rotos y el sabor de tu boca.
Ya sé que hoy no importa lo que tanto importaba,
las miradas se acaban y los labios se esfuman,
se los lleva la bruma a otra playa cualquiera.
Nos envuelve la era de la transitoriedad."
Negar una historia no la hace inexistente.
ResponderEliminarTú y yo tuvimos una historia.
Fugaz, pero finalmente una historia.
Con momentos inolvidables, versos dedicados y besos repartidos.
Te guste, o no.
Me guste, o no.
Estés o no.
(Anónimo)