"Menos mal que no morí todas las veces
que quise morir –que no salté del puente
ni llené las muñecas de sangre, ni
me eché a la vía, allá lejos–.
Menos mal
que no até la cuerda a la viga del techo, ni
compré en la farmacia, con receta falsa,
una dosis de sueño eterno.
Menos mal que tuve miedo: de los cuchillos, de las alturas, mas
sobre todo de no morir completamente
y quedarme ahí –aún más perdida que
antes mirando sin ver–.
Menos mal que el techo fue siempre demasiado alto y
yo ridículamente pequeña para la muerte.
Si hubiese muerto una de esas veces,
no oiría ahora tu voz llamándome
en tanto escribo este poema, que puede
no parecer –pero es– un poema de amor."
Maria Do Rosário Pedreira
De A Ideia do Fim (Quetzal Editores, 2012)