viernes, 17 de enero de 2025

Me sobra la poesía

"Me sobró el resto
desde el primer beso.

Amor,
a mí desde que estás
me sobra el amor por los cuatro puntos cardinales
de este país que no quería ser conquistado
y acabó enamorado de tu bandera.
Se me han roto las brújulas
y ahora mire donde mire
solo
estás
tú,
y un trozo de mar conjugado en futuro
y un beso en cada ola de tu marea
y varias frases cosidas a tu frente
para que leas poesía cada vez que te mires al espejo.

De igual manera
que me sobran las manos cuando no estás
y tengo demasiados latidos
para tan poco pecho
para tan poco pecho
--aunque me hayas
hecho el corazón más grande que la pena--,
del mismo modo
que mis pies pierden el ritmo
cundo no van a tu casa
--el aire solo se mueve
cuando tú bailas--
y el cartero me pregunta por ti
de tanto escribirle tu nombre...

De igual manera,
me sobran las formas
y las excusas
y las palabras,
me sobra hasta el silencio
y el eco de las estaciones,
me sobra el pasado
y la tristeza
y los poemas,
me sobra la cuidad
y los enamorados que cabalgan sobre ella,
me sobran las mentiras
--menos esas que consiguen
que te quedes un ratito más--,
me sobran todos los besos llenos de tinta
y todas las palabras manchadas de saliva,
me sobra tu casa
y la mía
y las noches que duran días,
me sobra esta bendita paz
y esta ausencia de ruidos
que me has regalado,
me sobras mis dedos
y mis sueños
y mis dedos que te sueñan
y mis sueños con tus dedos,
me sobra el miedo
y los callejones
y la luz,
me sobran las huellas
porque me sobra el camino.

Desde que estás
me sobra todo lo que tengo
--me sobra hasta lo que no tengo--
porque tú me das todo.

Mi vida,
desde que estás tú
lo único que me falta
es la muerte.

Y no la echo de menos."

Elvira Sastre

miércoles, 27 de noviembre de 2024

¡Menos mal!

"Menos mal que no morí todas las veces

que quise morir –que no salté del puente

ni llené las muñecas de sangre, ni

me eché a la vía, allá lejos–.


Menos mal

que no até la cuerda a la viga del techo, ni

compré en la farmacia, con receta falsa,

una dosis de sueño eterno.


Menos mal que tuve miedo: de los cuchillos, de las alturas, mas

sobre todo de no morir completamente

y quedarme ahí –aún más perdida que

antes mirando sin ver–.


Menos mal que el techo fue siempre demasiado alto y

yo ridículamente pequeña para la muerte.

Si hubiese muerto una de esas veces,

no oiría ahora tu voz llamándome

en tanto escribo este poema, que puede

no parecer –pero es– un poema de amor."


Maria Do Rosário Pedreira

De A Ideia do Fim (Quetzal Editores, 2012)

domingo, 7 de julio de 2024

La era de la transitoriedad

 


"No sé si ser fiel guarda acaso sentido, 
si no hay quien consigo consiga ser fiel.
Detrás de la piel es difícil mirar, 
jamás tuve un as escondido en la manga, 
mi suerte se enfanga ante un pobre reparto.

No obstante comparto lo poco que tenga, 
no espero a que vengas a darme algo a cambio. 
Sé bien que no es sabio guardar mi memoria 
si tengo una historia que pueda contar.

Supongo mi amor que ya sabes, 
que en último término estamos vacíos, 
inermes y solos, esclavos del frío del agua, 
del rio de nuestros recuerdos. 
Y entiendo mi amor que imaginas 
que nuestros recuerdos también marcharán, 
que nuestra experiencia es igual que la espuma, 
que engendra y destruye la fuerza del mar.

De pronto me acuerdo de tu ingenuo rostro 
y las noches perdidas en llantos infames. 
No hay duda que aclame actualmente mi voz. 
No hay dolor en el pecho, ni miedo en los ojos, 
se pierde aquel rojo verano en el tiempo, 
se va junto al viento al igual que las fotos, 
mis anhelos rotos y el sabor de tu boca.

Ya sé que hoy no importa lo que tanto importaba, 
las miradas se acaban y los labios se esfuman, 
se los lleva la bruma a otra playa cualquiera.
Nos envuelve la era de la transitoriedad."

sábado, 13 de abril de 2024

Memoria

"No tomes muy en serio
lo que te dice la memoria.

A lo mejor no hubo esa tarde.
Quizá todo fue autoengaño.
La gran pasión
sólo existió en tu deseo.

Quién te dice que no te está contando ficciones
para alargar la prórroga del fin
y sugerir que todo esto
tuvo al menos algún sentido"

José Emilio Pacheco

sábado, 6 de abril de 2024

Oh, Mar

"Oh mar, enorme mar, corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.

Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
"Piedad, piedad para el que más ofenda".

Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.

Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.

Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.

Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,
¡Aire de mar!... ¡Oh tempestad, oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y equivoca
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele."

- Alfonsina Storni

miércoles, 3 de abril de 2024

El caminante

"Ni siquiera ha crecido la hierba. No se puede ser vagabundo y artista y al mismo tiempo un burgués sano y cuerdo. Si quieres embriaguez, ¡acepta también la resaca! Si quieres sol y bellas fantasías, ¡acepta también la suciedad y el hastío! Todo está dentro de ti, el oro y el barro, el deleite y la pena, la risa infantil y la angustia moral. ¡Acéptalo todo, no te aflijas por nada, no intentes rehuir nada! No eres un burgués, tampoco eres un griego, no eres armónico y dueño de ti mismo, eres un pájaro en plena tormenta. ¡Déjala rugir! ¡Déjate llevar! ¡Cuánto has mentido! ¡Cuántas miles de veces, incluso en tus libros y poesías, has fingido ser el armonioso y sabio, el feliz, el iluminado! ¡Lo mismo han fingido ser los héroes al atacar en la guerra, mientras las entrañas temblaban! ¡Dios mío, qué simiesco y fanfarrón es el hombre, sobre todo el artista, sobre todo el poeta, sobre todo yo!"

- Hermann Hesse